La carta

Caen letras dormidas de mis pestañas.

Conté los autobuses
-el aburrimiento es eterno-
rojos, raudos, igual que pájaros que huyen.

El dial busca tu nombre, no encuentra ni tu voz.

La mañana me odia,
nubes negras, lluvia en los cristales,
frío adentro.

Escribo una carta para ti que, enseguida, rompo.
Me resulta imposible olvidarte.

 

Un poema muy bello y dicente que con el sello Carballal dibuja con tu acostumbrada habilidad un sentimiento profundamente humano. Siempre destaca tu arte estimado amigo Ramón. Que estés bien. Un abrazo.

 

Un desasosiego muy propio de esos días que no podemos dejar de pensar, siempre lo dices muy bien y yo lo disfruto muchísimo, gracias por compartirlo. Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Gracias, Gerardo, por tu visita y palabras. Lo mismo te deseo, que estés bien. Un abrazo.

 

El arte de escribir cartas, en mi opinión se está perdiendo, sin embargo podemos construir un puente de comunicación en ellas permanente si lo deseamos. Tenemos ese deseo JM y yo al escribirnos cartas y que emoción se siente recibir una del ser amado. Excelente. Un poema que me gustó mucho,

abrazos con brisa en la distancia

 

Gracias, Anamer, por tus palabras. Besos.

 

Si pudiéramos descubrir todas las complejidades del amor... ciertamente no sufriríamos tanto, mi estimado poeta.
Cordialmente.