La hora.

Tengo energía negativas que invaden mi cuerpo y que desbordan de mis ojos, energías que me destapan en las noches y que a la vez no dejan que me levante y le ponga fín a este empantanamiento, quiero que pase y no sentirlo; energías que emiten mencionada hora donde alucino que me sudarán las manos, acuñaré mis pies, la sangre se me subirá al rostro y los ojos se me nublaran mirando a los tres muros con habla que deseo desvanecer buscando otros muros influyentes o acudiendo a mi memoria y criterio que talvez me decepcione y otra vez me hunda en mi almohada que absorvera mi frustración . El fastidio de esa hora me harta el efecto me preocupa y me abruma y trato de enterrarlo en mi mente y pensar en ilusiones que sin querer se realizan de forma progresiva con mi endulzante al corazón donde aveces juego a ser desmemoriada, pero en esta hora no me conviene pues tengo que tener mi mente estática con cada reglón del bendito expediente divorciado y envenenado que al final resultaré envenando mi cerebro y divorciandolo con mi cuerpo. Espero aún tener mi cuerpo completo para seguir escribiendo el resultado de finalización de la hora.
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Gran relato mi querida amiga sobre esas horas negras que todo lo invaden con su ansia y el terror que produce, y nos paraliza el cuerpo y la mente quiere escapar y despertar y no puede, y vuelta a empezar, es como un pozo sin fondo. Gracias por este regalo. Te dejo estrellas y un fuerte abrazo de amigo. Y una pronta salida de ese pozo de miedo.