La letra garabato

No zarpó solitario el silencio
sin antes devolvernos su morada
la vida anterior


Nos cose por dentro la sangre
que negamos a la rosa decapitada,

nueva moneda de cambio
sobrevolando la laguna estigia
del mirar.

Ojos encerrados
y lentos espejos
que no dejen huella
de su paso por este mundo.

Cantan los sapos de las burbujas
al fruto sombrío de la zarza ardiente.

Con las sobras de la lluvia
de un dios desnudado,
el otoño sumiso
colecciona pisadas de oso
por toda la ciudad.
​

 

No zarpó solitario el silencio
sin antes devolvernos la vida anterior
a su morada.

Nos cose por dentro la sangre
que negamos a la rosa decapitada,
​

En otras palabras, compañero, Molloy... termina el tiempo de la separación conjunta. Los corazones, recuperados de su obligada letanía totalmente muda; vuelven a palpitar... entonces el tiempo del amor se recupera y otra vez, la sangre de los amantes se llena de estrellas.
Os debo decir, poeta, que vuestro poema es realmente exquisito, por donde se lo mire.
Cordialmente:

​

 

El sustantivo letanía, se adecúa perfectamente a mi formato poético, gracias.
Un saludo.

 

Estimado Luzyabsenta tus intuiciones arropan el poema, dando lustre a la ambigüedad surrealista gracias

 

Rosmery con las sutilezas sentimentales me declaro un vigoroso negacionista aunque me delate ...saludos

 

Me ha encantado leerte, un placer pasar, mis saludos.

 

Gracias por la visita ludmila, saludos cordiales.