La Mascota

Recogiste un gato de calle,
pero los perros y los gatos no se llevan bien…

I

Tomar nuestras decisiones
asumir nuestras equivocaciones
amar sin restricciones
creo que de eso se trata la vida;
eres una amante de los gatos
yo de los buenos ratos
donde encierro en el armario
todo este peso que cargo
y no he podido dejar
colgado en el gancho
en la habitación de al lado
a la que nunca tocamos
y no queremos entrar
donde están tus instrumentos
de tortura
donde guardamos la cuerda
para ahorcar.

Hoy no quiero desnudarme
ni mostrar mis cicatrices
para que tú te deleites
con todo el daño que hiciste,
por hoy no enciendas la luz
pudiera decepcionarme
al verte tan sonriente
orgullosa, autosuficiente,
desafiante
pidiéndome nuevamente
lo no te puedo dar;
siento que he vivido muchas vidas
y he muerto otras
todas causadas por ti
la del cuerpo, la del alma y de la mente
déjame la ropa esta noche
que se lava y la podemos usar
una y otra vez
hasta que desgasta
hasta que destiñe
y sólo la volvemos a usar
cuando limpiamos la casa
impregnados de nostalgia
y queremos recordar
nuestros mejores pasados
abrimos la puerta del cuarto
que guarda nuestras historias
el grillete, las esposas,
las cadenas y las rejas,
los candados y las jaulas,
amores guardados en sobres,
almas en frascos…

II
No estaba entre tus planes
que envejeciéremos juntos
te faltaron ganas
y a mí se me fueron,
ya no tengo tiempo que perder
ni ganas de jugar
estoy inerte
apaga la luz y duérmete
piérdete en tus sueños y ya no regreses
ya no estaré cuando despiertes;
debo enfrentar este velo
que siempre cegó mis ojos
aferrar mis huellas en el frio hielo
de tu piel,
de tu olor
no finjas dolor, ni llames amor,
a esta lástima que sientes.

Me embriagué hasta el vacío *,
me entregué hasta el cansancio
apreté tu cuello hasta sentir
como dejabas salir
un último aliento
y aún así estabas sonriendo
mirándome con tus ojos azules
pintados de mar y cielo,
con tus labios entreabiertos
para que mi lengua te pudiera penetrar;
no puedo esperar una vida
con el alma empeñada
porque la puedo la empeñar
pero no engañar,
volvamos a la habitación
antes de regresar al mundo
deja que las sombras jueguen con nosotros
escucha el sonido del viento
que la brisa nuble tu memoria
recuerda cuando la vida era tu presente
donde caminabas hasta hacerte quien eres
y encontraste a otras almas soñadoras
marcadas con fuego ardiente
blanco y negro,
polos opuestos
bien y mal.

III
La lluvia a veces te baña
a veces te golpea
y al caer todo lo nubla
siempre húmeda y fría
me recuerda tanto a ti;
son hordas que vienen del cielo
y atacan sincronizadamente
son la tristeza del mundo
que salpican en el rostro
en las manos y en los ojos
en el centro del corazón.

Detente a ver estos sueños
entender tus pensamientos
que penden en el cristal,
lo sabes te necesito
debí habértelo dicho
haberte mostrado más
todo esto que sentía,
no estuve cuando me amaste
llegué cuando me olvidaste
más cerca de la salida
que de la entrada;
abre la puerta y déjame escapar
no puedo soportarlo más
que vuelvas a mirar la vida
de forma distinta a la mía
no puedo resignarme a saber
que al final de este camino
tan sólo nos encontramos
para saciarnos
para asfixiarnos…


* “FUE” Gustavo Cerati (gracias totales)