La niña incolora.

Con la edad de un querubín,
con el cabello diáfano de la inocencia,
así en la plaza de la inteligencia;
vociferas alegría.

Finas cejas esconden la candidez de una realidad,
escribes tus tareas en la cuadrícula de un destino brutal.
Percepciones abusan de tu memoria,
una baraja hiere un corazón
y un trébol lastima las vísceras del duende
que encierras en tu pasión.

El amanecer aguza tu elegancia
y descansando boca abajo te niegas a despertar
de un tímido sueño.
El aroma de tu cuerpo oculta palabras bellas,
en la sencillez y en la sensibilidad de la vergüenza
te atosigan pensamientos funestos.

Niña de la tenue luz de una broma,
humor negro que afecta la psiquis de una ilustración
que se revuelca con los números.

Las ilusiones se esparcen y se desvanecen
en la desconfianza de tu alma.
Dejas tendida tu canora presencia
y tu interior se escurre en el sopor.

¡Niña, todavía percibo tu olor!


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Gracias amigo Luzyabsenta por pasar por este poema incomentado, saludos, que pases bien y chispas estelares a tu pluma---

 

Bello, bello, bello. Gran poeta, es bello

 

Gracias Evelyn por la visita, es un placer poder disfrutar de tu presencia, saludos, besos, que pases bien y chispas estelares a tu pluma---

 

Un tanto énigmatico pero muy bello tema. Mi cordial saludo con el placer de leer tu poesia.

 

Tienes razón, es un poema muy cerrado, ni yo lo comprendo, creo que es un cúmulo de sensaciones liosas, empero nació y en sí existe ese querubín, que recuerdo en medio de la ira, saludos amigo, a los tiempos como siempre, saludos, que pases bien y chispas estelares a tu pluma---