La Noche en que te Fuiste

La Noche en que te fuiste


De repente, todo se esfumó.
No hubo llanto, no hubo excusa.
Sólo tu silencio sepulcral.
Ese silencio tuyo que mata.

Me senté en mis pensamientos
y retrocedí, hasta aquella tarde
preñada de sol en que te ví

y luego esa tarde que moría
nos arrastró hasta el lecho
y conocí tu sexo… inmaduro,
cálido… inexperto.

Y te amé y me me amaste
nos amamos aquella tarde
que moría hacia la noche

Eras la respuesta a todas mis preguntas.
Eras tan explícita; tan directa.
eras espontánea, me amabas
sencillamente, enteramente.

Estabas llena de motivos
si yo estaba contigo,
eras molinos de viento
si yo estaba contento
nos amabamos, indistintamente,
despreocupadamente.

De repente, los molinos pararon
Y tus palabras me hirieron,
Quise ignorar tu desprecio
y vivir del encantamiento
de nuestro amor pasado.

Pero, como hierro candente
traspasaste mi alma,
destruíste mis sueños
interspectivamente, definitivamente.

.
Aquella que camino conmigo
por esas calles de olvido,
por esos bares bohemios,
Sólo es la mujer de ayer.

Es la triste sensación de un beso
que ayer se dió y hoy se perdió
en la confusión de una noche.

Aquella que un día
colgó el sol en mi ventana
me legó hoy la noche púrpura
llena de desencanto y me dijo adiós
….. silenciosamente, dolorosamente.