¡La nueva maestra!

LA NUEVA MAESTRA

Porque fuiste un gran tesoro,
sí lo sé, que aún te adoro
que me has clavado en el alma
esa flor que va con calma
convirtiéndose en jardín
con tus besos de carmín.

Diosa que surgida así
reinaste en mi frenesí,
te pedí tal sacrificio,
líbrarme del maleficio
que me envuelve en tu recuerdo
donde mi existir lo pierdo..

Desangrado y derrotado
yo me entrego claudicado,
gozando de haber perdido
busco flotar al olvido.
Más, puede tanto el orgullo
a darme en vida lo suyo...

Que ha llegado un nuevo amor
que devuelve en su calor
la esperanza de la fuerza
que en mi corazón ejerza
cuánto aún yo no he vivido,
la felicidad que pido.

Que no hay amor más eterno
de aquel que es sin duda tierno
que el que pueda dar al padre
por cuánto quiere su madre
que esta bella fresa nuestra
¡¡será la nueva maestra!!

 

Una verdadera alegría, mi estimado Jorge, haber encontrado esta hermosísima presentación rimada...

Te envío un fuerte abrazo.