la rendición

LA RENDICIÓN

De lo que te queda para darme
lo quiero

de lo que te encontraste y desdeñaste
lo quiero

de lo que no te importa de mi
lo quiero.

Y ahora suena mi música
esa que no es para ti
esa no es para ti.

Este haz de “disturbia”
lo quiero,
porque hoy por hoy
no puedo vivir sin ti.

Cuando vuelvas a verme
reiré otra vez.​

 

Tu poema es una confesión desnuda, una mezcla de anhelo, resignación y aceptación, donde el deseo se entrelaza con la certeza de que no todo puede ser compartido. Hay una entrega incondicional que no exige nada más que la posibilidad de existir en los márgenes de lo que el otro pueda ofrecer, incluso si lo que queda no es suficiente para nadie más.

Las palabras resuenan como un eco íntimo, como un canto a lo que no se tiene pero se sigue queriendo, a esa música que no le pertenece al otro, pero que sigue siendo un vínculo tácito. El "haz de disturbia" que mencionas es una metáfora poderosa de esa necesidad, de esa contradicción entre el querer y el no poder escapar.

Es hermoso y doloroso, una especie de balada silenciosa

 

Gracias por leerme.

 

Rita, gracias por compartir. El hecho de ser nosotros mismos es importante para amar a otros, debe haber esa libertad, en el amor deben crecer los dos, complementarse, a veces la virtud que tiene uno le falta un tanto al otro. No somos una línea recta horizontal, vamos en zigzag y deseando ascender sin excesos, que el exceso sea de besos y de comprensión.

 

una entrega total.
"de lo que te encontraste y desdeñaste lo quiero"
Feliz Navidad