La soberbia social de los sordos y otros mudos

A Riolita
ese gran constructor
de titulos


​

Una sombra se sienta sobre una roca
y reflexiona por el que se ha ido
Ayer
Muy drogado dije que una huella es un corazón por seguir o recoger;

todo se peina a mi alrededor​

como una manta se despeina bajo
la lluvia
Y un latigazo hace avanzar a las nubes.

Mientras la hierba palidece ante
el corro de alimañas

entregadas​

a hilar la horca de los zumbidos,
ahí el amor llega como un
relámpago de sangre

porque en la espalda de la flor alguien respira
aunque el negro estupor
sea una corona áspera que se rasca
hasta hacerse roncha

y ahí no llega el vino
con su ola sensual que asegura
el reflejo de todos los espejos

pero el loco ama la sangre que aún salta luego del asesinato, ama

el ruido del ojo cuando se cierra
y hace la digestión del sueño, ama

Más allá de la cotidiana modernidad
de telenovelas y bramidos de versos repetidos

todo lo que sobra
todo lo que no quieren todo lo que se preserva
del más alto aullido
ahí
también alguien ama.

 

...El ruido del ojo cuando se cierra...
Qué detalle marquelo.
Saludos poeta

 

Muy amable Riolita. Éxitos para su poesía. Saludos.