La tierra sabe de mí.

La tierra sabe de mí.
Yo sé de ella porque voy
leyéndola en cada latido
del corazón que me reviste.

Ando a la espera del amor que no llega...

Pobre de mí;
parezco un errante vagabundo
en caricias que mutan de cálido a frío
con cada gota de tiempo
que se llevan los días.

Ando a la espera de un destello,
de la trascendental victoria de un sueño...

Pobre de mí que tanto espero.

La tierra sabe de mí
por las raíces que me sostienen
al suelo;

Me conoce por el tronco,
por mis ramas que de vez en cuando
tocan el cielo con un suspiro;

Me conoce por mis frutos,
por los buenos frutos...
pero sobre todo por aquellos
que perecen en el intento de serlo.

Yo sé de ella por la intemperie
de los caminos a dónde me llevan
las palabras;

Por los huesos que me sostienen
el espíritu y por las luces
que van transforméndome la carne;

Sé de ella por la savia
que me llena las venas,
por las vidas que vengo atesorando
y por las muertes que aún me esperan.

Valeria Wozniak

 

Gracias por compartirlo.
Saludos mediterráneos.

 

Interesantes líneas Valeria.

Gracias por compartirlas.