La tragedia que rozó a dos enamorados

Ese astrolabio que mide el oleaje de los espejos

Esa araña que todo lo guarda como una vieja chachara que se queda en su rincón tejiendo

En tu cara todas las palabras cosméticas se juntan
como un gemido de partida y tus pensamientos son extravíos por donde tu sombra ​

se acomoda como en una cita de veleidades

Estar en este estúpido tiempo
Súbito verano donde todos los zapatos apuntan como detonador hacia la cima de una marea dorada

Quisiste llorar volviste llorando y la NADA se rebalsó de tus lágrimas

e hizo del piso todo un árbol de ceniza ​

Ya sé que tu cuerpo rebotó en toda la oración del sexo

todo se añadió como un bigote entrecortado en una cara limpia

pero no se puede tener todo lo que se necesita

el hambre es una vara uniforme hacia la alegría

y mis alegrías se desmayaron

colapsaron dentro de su tatuaje

​

hechizados mis miembros se quedaron quietas como unas grandes paredes

mi brillo era un esfuerzo abandonado por mojar tus pies

pero todo fue en vano


la emfermedad de lo ignoto

vino y vago por toda la habitación

ambos nos contagiamos sin saber que nuestras pieles tomaban una coloración acartonada

como de desecho

como dos plástico en medio del oceáno

no fue necesario golpear la campana más cercana


esa noche la tuvo en lobo en su boca


todo fue un aullido

y una humedad

de lágrimas cristalinas.​