La última de las palabras-.

Ya investido de superficialidad,

acabemos pues, con este dominio

de cosas rectangulares y oblongas:

participando del rito y el dogma

hasta sus últimas consecuencias.

Veamos en la nieve, un escozor

de umbrosos detenidos, el valle

momentáneo, ligeramente suspendido,

la flor hermosa, transitada hasta el talle.

Resucitemos la palabra que moja nuestro

cerebro inundándolo de sapiencia inútil.

Y todo lo que gira lo haga momentáneamente;

laúd de invierno, los copos oxidan el columpio-.



©

 

Tus palabras solo se refrescan. Un abrazo, BEN.

 

Jajaja, gracias GOOD, un fuerte abrazo amistoso!!

 

Un buen poema, sin duda. Me ha gustado mucho leerlo. Saludos cordiales.

 

Agradecido quedo, pues, me alegra mucho que fuera de tu agrado penabad, un abrazo, fuerte!