La verdadera juventud

(Poema basado en el ensayo de Samuel Ullman, “Juventud”)

Juventud no es lozanía solamente,
no es tener unas mejillas sonrosadas.
Juventud son ilusiones renovadas,
conservar con optimismo nuestra mente,
aunque toda fuerza en uno esté agotada.

Cuando llega la azarosa ancianidad,
¡esos años fascinantes de bondad!,
el cabello, antes nutrido, ya no crece;
el semblante más hermoso se envejece,
las arrugas hacen marcas en la piel;
la memoria, en nuestra vida, ya no es fiel
...el cansancio, es visitante inoportuno.
¡Pero cuando el entusiasmo muere en uno,
cuando el hombre pierde ilógico la calma,
salen trágicas arrugas en el alma
y el carácter más intrépido fallece!.

Nadie es viejo por sus años de existencia,
aunque tenga que lidiar con muchos males,
¡se envejece cuando mueren los ideales
y se vive en la más triste indiferencia!.

Ser cobarde nos conduce a la vejez,
a un estado de infeliz mediocridad,
porque opaca la valiente intrepidez:
Juventud es disciplina y voluntad.

Juventud es avanzar a firme paso,
rechazando el pesimismo en forma seria,
¡es la lucha que se eleva ante el fracaso
y una euforia que nos corre en cada arteria!.

Juventud es explotar nuestra energía,
enfocarla a conseguir gloriosas metas;
superar limitaciones, día con día,
mientras vences y al temor airoso retas.

¡Es luchar en esta vida con denuedo,
mientras sé, que ante el pavor, no retrocedo
y me lleno de coraje y frenesí.!
Es llevar el entusiasmo como un lema,
que al fracaso y la desdicha dice así:
“Si el Señor está conmigo, todo puedo
y no hay nada en esta vida que yo tema”

Juventud, mas que una etapa, es emoción,
que no arruga su textura como el leño;
se es un joven, si se vive con pasión,
pero viejo, si dejamos nuestros sueños.

Juventud, es la postura del que sueña,
del que vive en esta vida con verdad,
el carácter del que sólido se empeña
en volver todos sus sueños realidad.

Juventud, es la conducta del que rema
contra el mar, y ante el desastre, su alma alienta;
¡la actitud que vence estoico los problemas,
superando el vendaval y la tormenta!.

Cuando dejes tu actitud, hoy positiva,
permitiendo que el fracaso te haga daño,
cuando tu alma tenga un aura negativa
serás viejo, ¡aunque tengas pocos años!.

Cuando pierdas para siempre el regocijo,
cuando el ansia por vivir sea algo lejano,
y la ruina en tu existencia halle cobijo,
...¡pasarás de ser un joven a un anciano!.

Pero mientras no permitas que te roben
tus anhelos, que tal vez ya son añejos,
en tu mente ha de vivir un hombre joven
…¡aunque el cuerpo que tú tengas se haga viejo!

AUTOR: ALBERTO ANGEL PEDRO.

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Me ha gustado Alberto. Dices gran verdad.