La vida que sigue al otro día.

Estás aquí
pero tu cuerpo es de otra universalidad.
Eres energía vital
que no se agota en la existencia,
de amor, en el amor por palabra,
y noches que me gasto pensándote,
amándote.

Justo en este sitio,
tu alma es viajera cuando acaricias,
y las manos, y los brazos, y los ojos besas,
no eres de culpa en la mañana
mientras sigo expectante por la guerra
de un día que surge del pensamiento,
llamándote.

Allí eres total posibilidad,
el cariño principal
que ha hecho el lienzo de tu nombre.
La vida de la tarde que sigue
al otro día,
adorándote.

 

Y es en el sitio en el que estamos aunque sea en pensamiento, donde la lógica del amor se vuelve nuevo día, cargada de posibilidades. Gracias por tu poema, saludos cordiales.

 

Con gratitud recibo sus palabras poeta. Abrazos.

 

Añoranza cristalina volcada desde tu alma en imágenes que son la traducción del laberinto interno causado por una ausencia siempre presente y, quizás, haciéndose más grande con cada pensamiento. Gotas de dulzura, de pronto, emanan en algunos versos. Un fuerte abrazo, poetisa.

 

Alegría en su llegada poeta. También fuerte abrazo.

 

Sigue siendo muy grato su llegada poeta. Abrazos fuertes.