LA ZARZA

Vi el fuego
y despojé mis pies
con tanto miedo
admiré el fuego
de tus montes lejos
zarza ardiendo
de tus deseos
me inclino profunda
en tu pecho
calciné mi trecho
angosto y agudo
donde transita
el romance puro

Sentí el fuego
un beso en la sien
bebí tus dedos
negando desprecio
a mi dulce espejo
estaba lloviendo
en verde fresno
habita en mi lucha
enredada en cielo
miré pedigüeño
tu rostro desnudo
alma suspira
en el radiante arbusto

Respiré renuevo
corrí después
sobre tus suelos
en tus pastos viejos
calcinados tiempos
zarza ardiente
quemada en cielo
fuerza difusa
borrado silencio
el suelo quiebro
un crear robusto
en lar de brisa
con ardor profundo

Canté de nuevo
no logré ver
radiante bello
tus negros cabellos
con rasgos de viento
acabado momento
caminó en el fuego
convertida musa
propio universo
hasta ahora no puedo
ordenar sustitutos
montes en llovizna
calcinados en muro.
​

 

Una genialidad de poema que disfruto y aplaudo.

 

Muy bueno tu poema Jael, tienes mucho ingenio, es fuertemente pasional pero con mucha sutileza. Un placer leerte Poeta
Saludos cordiales mi amiga

 

Maravilla divina de excepcionales versos preciosos, grandiosa obra.

 

Intenso y sensual poema, tus versos tienen la fuerza del fuego y se siente el crepitar del deseo en ellos. Muy bueno Jael. Un abrazo. Paco.