Las esferas ardientes

Una araña baja hecha cadaver de firma.

Al final de las palabras
hay un espacio donde te acomodas
para descansar o para dejar tu última baba
con la intención de que crezca un árbol
o golpear la lluvia
que llenan los ojos que se rasgan hasta
sangrar de amor.

Todo es precipitación hacia las manchas de vino

Una navaja es un espejo que refleja el crepúsculo.

Una lechería debora todos los dientes y los rotos bolsillos
donde cuelgan todos los huevos de los pájaros
y de los más brillosos futuros
de una colmena de dulce.

Una mujer y una familia cuelgan como letreros de bienvenidas

Ahi se ve tu desnudez de tristeza

tu ausencia es devorada por la gran hecatombe de la luz.

 

Siempre generosa Sra. Maria. Muy amable. Saludos.