Lejana compañía.

Para señoras y señores,
de lejana compañía,
con opacos corazones,
seca y hueca su alegría,
con cientos miles de razones,
de volar, de desplazarse,
querer formar parte de ella, de él,
querer es poder; ellos quieren encontrarse.

Para todos aquellos y aquellas que han soñado,
que más de una vez imaginaron cómo sería,
que no creyeron que fuera serio, hasta que durmieron
y encontraron en sus mentes recuerdos del futuro día.

Para todos los que lean y se identifiquen,
para los que merezcan una mitad que brille,
para ella; que la quiera y la cuide,
para él; que no le deje caer de la cumbre,
no distingo de sexos mientras mi corazón cruce...

Ni lo que brilla siempre es oro, ni todo son rosas,
y lo que parece perfecto, es algo horrible y te destroza.
Y los engaños, y los juegos sentimentales,
y las calabazas, y dejar colgado,
creer que te quieres, y que te deje de lado.

Es un campo de minas:
Un paso en falso y la mina te elimina.
Y si ella explota, el chico desconfía,
y todos los sentimientos palpados recriminan,
parecen apuntar a un futuro con heridas...
Parecen apuntar a un futuro que no ilumina,
ya no ilumina la pasión... El futuro de dolor grita.​

 

Ni lo que brilla siempre es oro, ni todo son rosas,
y lo que parece perfecto, es algo horrible y te destroza.
Y los engaños, y los juegos sentimentales,
y las calabazas, y dejar colgado,
creer que te quieres, y que te deje de lado.​

Eso mismo... El amor es un campo de minas!

Me gustó!

Saludos!