Lejanas flores

Gira

ardiente corazón
púlsar imantado

ígnea paloma
pequeña y frágil

la fragua del espacio
es el hogar que añorabas

ahora que no estás
por fin has vuelto
a tu madre nebulosa

misterio de amor

increado​

y a la vez​

recién nacido

luminoso como el beso
en la piel de tu vientre

así el descanso
después de un largo viaje:

cerrar los ojos

morir​

amanecer desnudo
después de todas las estrellas
tendido en el aliento de las flores

lejanas flores​

todas las lágrimas​

con la belleza eterna
fundida en un vestido

que cubra la distancia
entre mis pies descalzos

y el centro de tu alma

 

Muchas gracias, maestro amigo por tu interpretación y tu bellísimo comentario. Como digo siempre, el mayor gozo para mí es saber que dedicaste parte de tu valioso tiempo a leerme. Bendigo tu vida y la inspiración que te hace ser quien eres. Abrazo.
Dani.

 

Hola Dani, escuche el video mientras leía.
Tus lejanas flores me suena muy profundo es como vivir, morir y volver a nacer.
Yo creo en la eternidad.
Me ha gustado todo el poema y tu peculiar manera de escribir. Gracias por compartir. Agustina.

 

Gracias, querida Agustina por el tiempo que dedicaste a leer este humilde intento poético. Como digo, el poema es de quien lo lee. Ese viaje que describís, o mejor dicho, ese proceso de lectura que es tuyo, es mi verdadero gozo y el premio a estas sencillas letras así dispuestas.
Hay mucho de lo que decís en lo que comparto. Me alegra que creas, si vale el término creer -que yo creo que sí- en la Eternidad.
Gracias también, desde luego, por comentar. Te bendigo.
Dani.