Ley que se trastoca.

Triste estoy si te vas, es tu sonido,
es tu voz, tu alarido, que se aleja.
Es que quedo yo sola con mi queja,
se vacía el espacio translucido.

Mas resuena en el eco de mi oído
ese dulce clamor, tierna conseja,
y el lóbulo me cubro de la oreja
para no perder nada de lo oído.

Quisiera en mis sentidos retenerte,
que tuviera mi piel memoria clara
y sonaran tus besos en mi boca,

pero yo más quisiera en mí tenerte,
que el momento en tu abrazo no acabara,
que el tiempo fuera ley que se trastoca.​

 

Deberían comentarte más. Estas escribiendo bien. Un beso, Luciana.

 

Muchas gracias Sergio por seguirme, siempre dices cosas amables. Un beso.

 

Contigo quedan los pensamientos. Saludos. Un gusto pasar por acá y leerte.

 

Gracias por pasar y comentar, Uriel Roberto, muy gentil de tu parte. Un beso.