Llega el miércoles

No sé volar como los ciegos,
porque mi imaginación no
es nítida y segura, sino un
embalse en el que desembocan
mis impurezas.

Alégrate por tu muerte vivida,
así no te sorprenderás cuando
la veas en los ojos de tu espejo.

Pesimista y arrogante,
escribes con el agua de los libros.
Absorbo hasta la última gota
del aroma de lejía.

Limpia tu mantel antes de
servir la pobreza asumida
por un callado hombre
sin nombre aparente.

Llega el miércoles y todo está
dispuesto para empezar el delirio.
¡Loca! ¡Loca! ¡Yo! ¡Por un espectro!
Por la reencarnación de un guerrillero
muerto sin combatir.

La próxima semana, habré sucumbido
al encanto de las masacres.
Llega el jueves, con la estampa que dejó
marcada la espera del miércoles.

 

fantástica locura,fantastico poema surrealista.

 

Muchas gracias Edith.
Un saludo.

 

Muchas gracias por apreciar mi poema y tus amables palabras.
Un saludo.