Lleno de vida / Lleno de muerte

Lleno de vida / Lleno de Muerte

Si muero lleno de vida
entiérrame en tu memoria.

Si muero lleno de muerte
entiérrame en el olvido.

Si muero lleno de vida:
¿Quién encenderá las veladoras?
¿Quién tomara café acompañando a su recuerdo?
¿Quién cuidará los versos?
¿Quién brindará por su sonrisa?

Si muero lleno de muerte:
¿Quién encenderá el incienso?
¿Quién le explicará a la Luna mi partida?
¿Quién llorará por Ella, la que ya no está conmigo?
¿Quién llevará flores a su puerta?

Por ello no muero
Lleno de vida / Lleno de muerte.
Nadie sabría cuidar de Ella,
nadie sabría regar las rosas de mi tumba,
nadie sabría leer mi epitafio.

“Morir lleno”
es tan absurdo como
“Vivir vacío”.

Gota tras
Gota
Verso tras
Verso
Copa tras
Copa

El tiempo se desplaza
inversamente a mis
ansias por asirlo,
por detener / retener
lo soñado,
lo ansiado,
lo anhelado.
Esto me atosiga aún aquí
al borde del celeste
abismo de su mirada.

¿Cómo romper la cuadratura
del círculo, esta malsana monotonía?

Dijo el extraño:
“Al que muera lleno de vida
le aguardan sus pecados
transfigurados en demonios
sedientos por los despojos
del que ha muerto enamorado”.

“Mas si has muerto lleno de muerte
(dijo el extraño)
serás expulsado de la no-vida
por esa necrofílica pasión
que corre por tus venas.
Condenado a vagar
por entre lo efímero,
irredento hasta el fin
de los tiempos”.

 

Tus poemas Necros tienen siempre esa dosis matinal, vespertina o nocturna (sea la hora que te lea) en que me dejas rondando la mente que me pasea llena de estupidez y vacía de direcciones.

Allí es donde me encuentro con tus versos. Saludos,

 

un poema debe cumplir con la premisa de perturbarnos, de remover nuestra interioridad, de romper la monotonía.