Los perros

Los perros incendiados


En el sueño vi pasar corriendo
a la jauría de los perros incendiados
con sus ojos en llamas y los colmillos fundidos.

Desparecieron rápido en el horizonte del páramo
como una estrella fugaz
para dejar el ambiente impregnado
con un ancestral olor a quemado

… luego llegaste tú, desnudo.
Caminado entre las brasas
de la tierra negra...

Los perros apocalípticos

Tardo en decir: ¡apocalíptico!
Y los perros flacos
que se esconden tras las sombras
vienen para lamer mis manos.

Los perros encerrados

Caminando por la vieja vía de tierra
paso ante la verja de los perros encerrados,
los días transcurren:
soleados
lluviosos
y los ladridos se pierden entre la difusa
eternidad
de
la
piel,
colmillos contra poesía
y a la espalda polvo.

 

Lástima que yo tenga una relación tan mala con los perros, la mayoría de los cuales parecen detestarme sin que les haya hecho nada. Pero me gustan los colmillos contra poesía, de tu poesía.

Saludos, Poeta.