Luchando a oscuras.

Ajeno a la tramontana
que sopla contra mi frente
me convenzo claramente
que luchar me viene en gana.
Llevo llena la canana
y dispuesto el pistolón,
bien alerta el corazón
y un vigía en la ventana.

A oscuras el enemigo
acecha más que violento
-me sigue atizando el viento
a golpes de desabrigo-.
El viento es el cruel testigo
de mi guerra fratricida,
sabe de mi acometida,
cuánto callo y cuánto digo.

La noche viene maldita
repleta de municiones
-negrura sin condiciones...
a su oscuridad me invita-.
Lo que el verso me recita
ella viene y me lo roba
y alojándose en mi alcoba
hasta el alma me la agita.

Ajeno al dolor que siento,
y a oscuras como un misterio,
desgarro mi cautiverio
con cargas de sentimiento.
Ni me juzgo ni me miento
y el dolor escuece tanto
que entre lloros doy mi canto
por borrarme el sufrimiento.

A oscuras y en el abismo
que construyo con mis manos
mis peligros cotidianos
se hacen parte de mí mismo.

 

Intensas y dolorosas tus letras, un agrado dejar mi huella.
saludos
Esperanzapaz

 

Esperanza, muchas gracias por tu comentario. Dolorosas son estas letras pero también en ellas se atisban las ganas de no cejar en la lucha aunque ésta sea contra uno mismo y nuestros miedos internos. ¡Cuánto peligro llevamos, cuánto abismo, cuánta tramontana fría tenemos que enfrentar!
Saludos. Agradecido.

 

Hola Maktú, interesante y muy sentido. El final me ha gustado mucho. Gracias por compartirlo.
Saludos cordiales. Carmina.

 

Muchas gracias Carmina por tus amables palabras. Otro saludo afectuoso para ti.