Madre oscura

Las tristes sombras invaden la estancia,
las penas recorren hondos abismos
y en la negrura de cavernas e istmos,
todo oculto a cercana distancia,

habitan los oscuros espejismos
tratando de disolver discrepancia
entre real y ficticio; la elegancia
de lo perdido en vanos silogismos.

En penumbra, y con la muerte a tientas,
se pierde el deseo por la vida;
la felicidad huye hacia cavernas

oscurecidas por mentiras ciertas.
De la alegría, con su amarga partida,
nace un deseo que choca contra piedras.
​

 

Los deseos siempre encuentran la pared,
que los devuelve a la realidad...
Lamentablemente es así,
las partidas duelen y nunca terminan de irse...
Saludos.​

 

Bienvenida al portal:

Un buen escrito, muy bello y oscuro, besis paisana.

 

Me gustó la atmosfera oscura en su poema .
Saludos.

 

Sé que vendrás, mi Madre Oscura
cuando el Sol haya cruzado mi horizonte...
para guiarme hacia infinitas hermosuras,
a los etéreos países aún sin nombre...

Eduardo Morguenstern

 

Muy buen escrito, la felicito.
Abrazos
Chepeleon