Me confunden con un niño.

Me confunden con un niño.

me confunden con un niño
tierno y errabundo
de tez de radio y cinámico
iluminado por teas en la noche cosmética
y de bálsamo.
Me confundes con un niño, pueril y cándido,
vapuleado por seres mágicos
dentro del incólume percal del mar sosegado
por el oro incauto.
Me confunden, pues estoy encapuchado bajo el sauce de los ladrones
y guardo una daga con tu nombre.

desato frescura de grosellas y de dátiles con un semblante
de mármol joven y calizo,
y paseo entre las yedras y bejucos del bosque húmido
entre los soles de la noche,
más mis ojos no son infantes sino arteros y calizos
y te confundes, envuelto sobre ti mismo, al tratarme como un niño.

el Arte y los Espectros tiene nombre y apellido, apetitos exorbitantes
y la maldición de Catafilo,
me acerco bajo el antifaz de los latinos
tascando tu mansedumbre y tu sigues propalando
que sólo soy un niño.
Toco mi arpa y tú duermes como un niño, te narro
sobre las tríbadas y las orquestas de pléyades y nereidas arreboladas
que te esperan al cruzar la mansión enamorada.
Tú me crees, y yo sólo soy tu niño.

Luego escuchas los cláxones trepar por la pieza moviendo sus pinzas de cangrejo
y me miras despertando
porque soy tu niño, te sonrío lívido y nacarado
como el abdomen de una escolopendra,
y al darte vuelta, te clavo mi daga en loto abierta.

La energía liberada yace dormida en la base de la espina,
¿no te das cuenta?, la incertidumbre es ahora la que te domina.
Mira la serpiente que duerme enroscada y dormida
desabrochar ascendiendo por el camino de las siete flores
hasta la mandala violeta.

sólo soy un niño, y al horadarte el vacío,
¿te das cuenta?, he clavado un escalera caracol en tu ombligo.

 

Lo tuyo es impresionante, a estas alturas te importara nada que te lo diga, de hecho ya te lo he dicho. Pero es necesario que lo haga. Sin duda uno de los mejores por estos lares.

Poesía exudada de las pieles luminosas de un perro-universo
que ladra flores y muerde peces negros.
Graciosa, dócil, frágil como un tractor de algodón.
Mariposas empetroladas
ardientes mártires de una causa prescripta.
En fin, fin.

Chau ¡!

 

!muchas gracias JDM por tus palabras!
todavía tengo una espina atravezada en el paladar...jaja.

saludos loco!

api