Metamorfosis

​

Dirijo mis pasos al brillante empedrado
que algún tiempo atrás rebosaba sonidos
de pasos felices y gramática parda,
donde humo de polen nutria las almas.
Y me encuentro muertos en donde antes cantaban
tribus procedentes de sórdidos valles,
criaturas satánicas de roja mirada
que se pudren solos en esquinas blancas.​

Traspasaron sus arcos en pasadas vidas
turistas albinos de dedos nerviosos,
que sacaban veloces las armas letales
con las que robaban almas en las plazas.
Hoy solo hay manadas de traicioneros lobos
rondando sigilosos por las aceras
despellejadas en parte por las patrullas
de corazones rotos por las estacas.​

Vertiginoso cambio se produce en todo
cuando languidece el ojo que lo observa,
con distinta mirada, cargada de muerte,
y con la horma de la axila abandonada.​

Corazón en compañía o corazón solo,
pasos vivos o de loco moribundo,
me vuelvo al arrabal donde habitan los zorros
o al mar, o al monte, este ya no es mi mundo.​

 

Me ha gustado mucho Tano
y estoy como tú, en las grandes ciudades
ya no son lo mismo que antes, demasiados turistas, pandillas y policíaa jejejej
en el monte es todo más auténtico
un pueblecito pequeño y arreando que es gerundio

Un abrazo

 

Desde la distancia... tu bello poema traslada, invita a meditar en lo que ya no volverá a ser, al ciclo de la vida. Estrellas Tanito y un gran abrazo con pinceladas melancólicas

 

Gran poema.
La ciudad (hispana) se está volviendo en un cementerio o un basurero de seres o cuerpos con un corazón sin latido y cerebro de ladrillo. Por lo menos los pueblos mueren en paz y en armonía, y no como las ciudades cada vez más americanizadas. París, en cambio, aunque también sufre esos cambios, me quede estupefacto, y entendí el enamoramiento de ella de Modernistas, una belleza alineada y con una magia increíble, recordando sus remota descendencia romana.

Un saludo de Samuel.

 

Muchas gracias SERGIO (si no recuerdo mal) por tu lectura y tu comentario. Supongo que en tu ciudad pasará algo parecido, es curioso, muchos madrileños adoramos nuestra ciudad, mi "madre" yo la llamo, pero al tiempo nos va invadiendo una sensación de amor-odio que hace que muchas veces nos de la tentación de abandonarla en busca de lugar-"amante". Se asemeja bastante a estas relaciones interpersonales este sentimiento, si señor.
Un abrazo.

 

Muchas gracias HUELLAS por tu visita y por tus lindas palabras para un comentario que por si mismo embellece esta página.
Un abrazo enorme.

 

Un millón de gracias SAMUEL por tu comentario. Coincido contigo en que Paris es una ciudad absolutamente seductora, sobre todo ciertas zonas que hipnotizan inmediatamente, pero yo sigo amando mi ciudad profundamente, aunque me la estén desnaturalizando a pasos agigantados. Posiblemente sea un tributo a pagar al progreso, no lo se, pero según el estado de ánimo, hay veces que me ahoga tanto que la metería fuego, y conste que yo siempre fui un animal urbano.
Un abrazo.

 

Precioso estilo. Me encanta tu personalidad, mis estrellas.

 

Me gustó, y el final muy bueno, Abrazos Tanito

Nm

 

Muchas gracias, amigo TERRIN por tu comentario que no solo alude al poema en cuestión, si no a mi forma de escribir en general. Es una enorme motivación para este "gato".
Un abrazo.

 

Muchas gracias NIÑA por tu visita a mis escritos, y muchas gracias HADA por tu alagador comentario.
Un abrazo laaargo.

 

Eres un crac, tanito. Cuando te pones, te salen cosas así, que dejan pensando sobre una nube.
Y esa foto????? jajajjaaa... cómo me recuerda a mi barrio. Bueno, es que todas las ciudades se parecen un poco ¿no?
Besazos, sultán.

 

Lo de crack no lo diras por el ruido que hacen mis articulaciones al cambiar de postura, ¿no?. O por el chasquido que se supone que tendrían que haber hecho mis costillas al partirse, jajaja.

En serio, me alegro mucho de que te haya gustado el poema. La opinión de una "reina de la locura lírica" como tu es importantísima para mi. Pero bajate de la nube, coño, que en las nubes no hay cobertura y quedan muy lejos los sitios con güifi para poder escribir.

Ahora que lo dices, si que se parece a tu barrio. Ya ves, siendo madrileño no me había fijado en el detalle. Voy a mirar a ver si sale un tío que conocí de alli, que tenia la mania de ir tocando la espalda a los tíos con chepa. Nunca supe si lo hacía por lo de la suerte o por fetichismo, jajaja.

Chumendos, Puchén