1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Mi nueva libertad.

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por VaN, 18 de Agosto de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 565

  1. VaN

    VaN Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    21 de Junio de 2008
    Mensajes:
    71
    Me gusta recibidos:
    2
    Llevo varios días corriendo, me siento agitado pro feliz… antes no hubiese podido sentir la brisa en mi pelaje y no hubiese sido acompañado por mis montañas queridas.
    Hace mucho tiempo vivía con una pareja de granjeros, era una vida difícil pero buena. Todos los días al alba comenzábamos a trabajar, para el lo mas probable es que haya sido su compañero, su amigo. Era muy divertido compartir con las ovejas, eran bastante locas en ciertos momentos pero con el perro las guiábamos siempre.
    Sin embargo hubo un tiempo en el que el calor se hacia insoportable, el agua comenzó a escasear y las plantas que cuidábamos dejaron de crecer. Un par de veces escuche al granjero decir la palabra pobreza. Aun me pregunto que significa. Con el tiempo tuve que despedirme de ellos, creo que tuvieron que venderme por culpa de la pobreza.
    Después de unos días de viajar, llegue a un lugar muy extraño. Parecían unos calabozos, eran individuales pero había muchos otros como yo. Ninguno hablaba, era como si hubiesen quedado ciegos y mudos. Mi nueva rutina era muy triste y solitaria. Todas las mañanas salía a trotar unas horas, me peinaban, medaban pasto seco y un poco de agua. Algunas veces a la semana llegaba un hombre vestido de blanco ara examinarnos. Aun no estaba listo me decía.
    Después de un mes de permanecer es ese extraño calabozo, llego un hombre me saco. Ahora tenia que correr. Nunca conocí de nuevo a ninguno de mis jinetes. Antes, con el granjero, compartíamos mucho, pero ahora nada. Cada cierto tiempo cambiaban y lo único que hacíamos era correr sin sentido, en círculos.
    Me estaba volviendo como los otros, ciego y mudo, lo único que me acompañaba eran unas montañas que se apreciaban desde un orificio casi como ventana en mi calabozo, ya me empezaban a molestar eras cosas que me pusieron en los pies. Estaba y me sentía abandonado, cundo sucedió algo muy extraño. Durante una carrera no recuerdo bien como, pero vencí a los demás como yo. Por unas pocas horas me sentí querido, todos querían estar junto a mi, me adornaron me cepillaron con delicadeza, me lavaron y hasta me dieron pasto fresco. En ese momento creí hallar una respuesta, creí que desde entonces debería llegar primero. Era la única forma que me quisieran.
    Varias semanas gane cuantas carreras pude, pero me empezaba a pasar la cuenta. Mis músculos estaban muy cansados, comencé sentirme mal y enfermo. A tal punto que deje de ganar carreras y dejaron de llegar regalías. Había vuelto a mi rutina de calabozo. Y nuevamente solo estaba acompañado por aquellas montañas, mis montañas.
    Los días y las noches parecían lo mismo, y me di por vencido. Me volví un ciego y mudo. Otro de los tantos como yo que habitaban ese frio calabozo. Una noche como cualquiera, era solitaria como siempre, hasta que reconocí un aroma familiar. ¡Era humo! Pero ¿de donde?, imposible, yo solo había sentido eso cuando vivía con el granjero. Miré hacia un costado y el humo era acompañado por algo brillante y cálido, que poco a poco comenzaba a consumir la madera de los calabozos. Algunos de mis compañeros comenzaron a gritar, pero ya era tarde el fuego envolvía casi en su totalidad a mi prisión.
    En ese momento pude escapar de allí, muchos de mis compañeros perecieron, pero algunos fueron salvados por los hombres. Yo pude escapar de las llamas casi de suerte, y lo único que atine fue a seguir corriendo. Fue como un reflejo, ningún hombre pudo atraparme además estaban ocupados con el fuego.
    Llevo varios días corriendo, solo me he detenido a dormir y a beber, los campos abiertos que quedaban cerca me recuerdan el lugar donde vivía antes. Ya no estaré mas solo, ahora me acompañan mis montañas y el viento. Ahora he conseguido mi libertad.
     
    #1
    Última modificación: 19 de Agosto de 2010

Comparte esta página