Mi paz

Últimamente no puedo dispensar, ando distraída, me siento ultrajada por mis sentidos, no dejo de pronunciar tu nombre, no dejo de sudar de sólo pensarte, mis extremidades pierden el equilibrio, estoy vulnerando a mi coherencia pero todo esto me ha vuelto inmune a los fracasos.

Mi debilidad se ha reforzado por el envenenamiento a mis leucocitos por los besos de tus labios confitados.

Estoy torturada, sedada, dopada en sobredosis; mi cuerpo se siente inválido si no recibo tu cortejo.

Mi presión arterial está veleidosa, pero me recupero con sólo ver tus ojos por mí ventana y me siento que viviré por siempre; porque con tu mirada puedo vivir una vida entera.

Mi colchón es de agua, mi almohada un flotador, el techo un carrusel. Deprimida, frustrada, desesperada, amnésica y de pronto una voz transfigurada en una rola arrullante invade mis recuerdos nefastos y con su tono infalible por fin concibo el sueño de un ángel.

Vivo en una caverna con un ogro que besa mi frente, que vocifera pestilencias como un orate y que me hace sentir obtusa con un humor agrio donde todo es trivial; por eso crecí parca, depresiva pero también con apariencia inafectable; y ya cuando cruzas esa puerta la cual yo tomo aire y valor antes de hacerlo, tú lo haces y me invades de sosiego, el júbilo aparece; los músculos de mi cara pierden el control no puedo dejar de sonreír y aquella caverna se convierte en un santuario y el ogro en un señor consecuente y respetable. Estoy desfalcada de mis nervios ya que últimamente estoy de espectadora de tan vil sensación.

Tú presencia es cautivante y benévola que deseo solitariamente tenerte a mi lado para seducirte; quiero que me contamines de tu vehemencia para seguir, de tu valentía para soportar, de tu tolerancia para no refutar.

Te seguiré escrupulosamente para evolucionar y poder ser una guerrera y así tener aquellos poderes animados que espero que me los dones con tus caricias, suspiros, piropos, sonrisas y abrazos.

Tengo un eco que me persigue cada vez que me despierto que me rezumba, te amo, te adoro, mi reina, mi vida, mi Tati que me hace alucinar y me electrizo; mi instinto realiza una persecución y te veo a mi lado desde que amanece hasta que anochece.

Sé que cuando a pesar del tiempo se ausente mi pasión, mis exhorbitantes ganas de tenerte, mis burbujeantes lamentos, mi coeficiente, mi ingenio, mi juventud, mis amistades, mi piel tersa y blanca esté cubierta por las líneas de las emociones, mis cabellos mieles sean blancos aún estaremos esperando nuestro último ocaso y compartiendo un bastón y un laurel para reposar.

Te amo es por eso que después de esta vida no seremos foráneos porque recordaré que me identifiqué con tu mirada, al tocar tu mano recordaré que fomentabas mi tranquilidad a tu acercamiento recordaré tu temperatura y a tu ósculos recordaré infinitud; pero por este trance necesito que me lo hagas saber todas las veces que me tengas cerca.​

 

Gracias Julia.