Mi vieja guitarra...

Medio rota, y acaso abandonada,
en mi cuarto colgada en un rincón,
mi ruinosa guitarra en el olvido
ha tiempo que calló.

No se oyen sus acordes ni sonidos
y no oscilan ni vibran ya sus cuerdas
confinada y sumida en el silencio
tal vez parece muerta.

¡Qué ovaciones logré con mi guitarra!,
cuántas veces lloré con los aplausos
que en conciertos famosos actuaba
con brillante espectáculo.

Mis ojos la contemplan con tristeza,
mis manos ya temblonas ni la tocan,
lloré ayer con aplausos, y hoy con penas…
¡Llegó a los dos la hora!

 

Muy bonito el poema. Buena composición. Las tristeza asoma. La poesía nos anima mucho. Un saludo Atila muy cordial.

 

Jo,me ha entrado una tristeza y nostalgia al leer tus redondillas, pero a la vez son tan hermosas que ha merecido la pena
leer versos tan hondos, muy bueno, marga

 

La nostalgia a veces es un tanto ruda y más cuando extrañamos ese tiempo de gratos recuerdos,
bello escrito pese a la tristeza, saludos!!

 

Me han gustado estas bequerianas rimas, Gonzalo. La verdad es que últimamente optas bastante por este tipo de composición con muy buena fortuna, por cierto. Insisto, amigo, en que me han gustado mucho.
Te felicito y mando un abrazo.

 

Estimado amigo, gracias por tan grata visita y gracias también por tu aradable y animoso comentario

Un fuerte abrazo, Matías

gonzalo

 

Mi estimada Marga, gracias nuevamente por tu grata y esperada visita. Siempre tan amable conn tus comentarios, gracias amiga Marga

Un cariñoso abrazo

gonzalo

 

Estimada musa dormida, gracias por acudir a la ectura de mi poema y gracias también por tu atento comentario.

Un cariñoso abrazo

gonzalo

 

Estimado amigo, gracias Juan, por tu presencia y muchas más por tu siempre atentos y amables comentario que tanto me levantan el ánimo, mis sinceras gracias.

Un fuerte abrazo
gomzalo