Mis dedos son espinas llenas de sangre

Mis dedos son espinas llenas de sangre,
mis uñas están sucias de tanto raspar,
en mi brazos las cicatrices son obvias,
las costillas en mi pecho parecen espadas,
mis ojos son vidrios rotos como cuchillos afilados,
mi cabello es una selva incendiada,
mi boca se seca con polvora,
mis pies son carbones negros,
tengo la garganta seca,
mis oídos ecuchan al viento respirar,
entre mis venas se ve un agua negra,
siento el estomago lleno de sal.

Fría está la noche,
oscura se ve la ventana,
no hay señas de luna ni canciones,
algo entre mis piernas veo pasar...
el reloj está apagado,
mi voz me abandonó,
respirar es casi algo olvidado,
y me quedo tirado en silencio...
a esperar.

 

muy bueno, muy bueno, me parecio ver un espejo.

 

me ha encantado este poema tuyo...
saludos grandes a la distancia mi estiamdo amigo...

 

Gracias por el comentario un abrazo

 

Dibujante y escritor.. buena combinación.

Saludos,