Miserable

Miserable

Esos ojos son tan fríos y los míos han de llorar,
tus oídos se hacen sordos cuando grito ¡Basta! ¡YA!,
y tus labios hoy los usas para humillarme más...
Son las marcas en mi cuerpo las que causan en ti placer,
es la sangre que derramo la que bien calma tu sed.
Yo creí en tu mirada tierna y que no ha vuelto más,
yo pensé que esa boca besaría sin parar,
deseaba que tus manos se pasearan por mi piel,
y confiaba en que tu fuerza me podría proteger.​

 

Este es el cuarto poema que leo tuyo.Me parece interesante tu forma de versar.Textos sencillos(no por ello carentes de belleza y de profundidad) y y directos a diferentes cuestiones.En este poema análisis la violencia de género...desde luego,toda persona que la practica es una miserable.Un saludo desde Canarias.