Mujer de mis idilios.

Mujer de mis idilios.

No soy el mismo,
lágrimas de invierno mojaron mi verano,
siempre hay un antes y un después...
no soy el mismo.
Se acumularon los rocíos en los pétalos marchitos
y la daga más afilada...
trozó el tallo mío.
No volveré a ser el mismo,
mi intrépido camino se acabó conmigo;
ahora añoro una paz que jamás he conseguido...
puedo terminar en el panteón frío,
puedo ser agua
o corriente de piedras que distribuyen un sonido,
puedo ser ese suelo muerto
que transitaron los ángeles que han caído...
jamás volveré a ser el mismo,
mis sueños fueron destruyendo la balsa,
donde tantas veces navegué a la isla
habitada por la mujer de mis idilios.

 

El tiempo es un maestro y nos hace reconocer a veces cuanto hemos perdido de el. Me gusto su poema. Felicitaciones.

 

Gracias por tu comentario, saludos desde esta pequeña distancia.

 

un gusto leer su poesía,saludos.

 

gran poema, me gusto, saludos...