Muñeca de escaparate

Muñeca de escaparate​

¿Por qué estos desiertos? ¿Por qué la música de sus arenas rehúyen del camino? En el trajinar de las aceras escucho el vaivén y distingo mis hembras con sus batas palidecidas, sus chanclas gastadas y sus lenguas ojeando los rincones del aliento para nada, como para nada he venido a sus esquinas pues me quedo en el almario con la mirada lánguida sin poder declamar ni una lagrima, ni una chica gloria, tampoco comentar que mi soledad les acompaña. No logro descifrar el dialecto que nos ata, somos islas desmembradas, desbastadas por el acabose donde solo importa el yo, lo que me falta. Estando ahí, una muñeca de escaparate, con sonrisa juguetona, improvisando caricias que no tocan; hay quienes miran acostumbrados a la pose, otros indiferentes por la prisa o el no sé qué, y ella inquieta con la sangre amotinada y la mortaja de un querer decir detrás del cristal, asfixiada.

 

Si hubieses dicho que era de porcelana me daba susto.
Entre ata y somos falta una coma.
Un beso, Mireya.

 

Si seguimos confinados todos seremos muñecos de escaparate o momias, mirándonos a través de las ventanas, los cristales de las pc o los móviles, eso si, bien arregladitos pa´no asustar.
Gracias Sergio, por llegar, por la sugerencia y por el beso, otro para ti.

 

Wooow que belleza!!! Tu magnífico escrito me hizo recordar a la canción de Joan M. Serrat, "De cartón piedra".
Las imágenes pintan tristeza, melancolía pero también la maestría de un corazón sensible que sabe observar y mirar más allá de lo que aparenta. Simplemente magistral. Felicitaciones Mireya por tu hermoso y profundo escrito, saludos Daniel

 

Daniel gracias por aportar significados a este escrito con esa canción, también por la apreciación que motiva.
Un abrazo

 

Carlos tus apreciaciones son un lindo estimulo para la escritura.
Saludinesss y gracias

 

Un relato que anduvo por la calle y observó escaparates y transeúntes, y el trajín de los desiertos superpoblados en los que el tacto se convierte en un indigente más.

Encantado de leerlo, Spring, y un saludote desde este pueblo-calle-plaza todo en uno.

 

Hola Alonso, gusto encontrarte frente a este escaparate tratando de leer el cristal.
Mi cordial saludo te llega desde un lugar caluroso pero con aire acondicionado jajaja

 

Lo leí cuando lo subiste, pero ahora siento que tengo un mejor momento para dejarte una devolución.
Nunca jamás le voy a decir a un autor lo que quiso significar con su escrito. Eso sería no respetar la obra.
Te puedo dejar mi punto de vista, lo que me transmite, pero siempre el tuyo será el correcto y eso es palabra santa para mi
Tu relato en lo personal me habla de la vorágine de las ciudades, de la frialdad mecánica de la sociedad y de la indiferencia hacia quienes realmente sufren.
Hay implícita una gran sensibilidad y me gustó darme este momento de buena lectura.
Un abrazo.

 

Gracias Cecy, por el respeto y por todo lo demás.
Escribir da para todo, expresar desde la intimidad del puño nos hace liberar, y si, suele ocurrir que no todo el que lee acierte en su percepción.
Otro abrazo para ti.

 

Una mirada desde un mundo muy particular e interior, que conmueve y diserta, porque, cuánto tiempo pasará para vernos todos en ese espejo o ya nos estamos ahogando con nuestras propias manos en el tránsito que nos lleva a toda velocidad y ahora con la angustia de un intruso en cualquier esquina, acechando el menor descuido.
Ay! Mi niña, siempre tan grato leerte, esta micro que nos compartes refleja una gran sensibilidad y celebro haber llegado y comentar.
Un abrazo querida Mireya!!
Y un feliz domingo
Camelia

 

Estimada poeta me ha encantado, simplemente estupendo,
besos de colores

 

Hola Camelia, una vez mas muchas gracias por visitar mis letras, y por captar la esencia inscrita en ellas.
Un abrazo, que tengas una feliz tarde.

 

Bienvenida tu huella Guadalupe, gracias por la apreciación.
Felices horas tengas.

 

Un abrazo querida Mireya
Es un placer recorrer el sendero de tus versos
Feliz noche!!!
Camelia