Naufragio

​

Rictus de triunfo en el rostro curtido
del corazón del capitán pirata,
en sus orejas dos aros de plata
por dos veces Hornos, una Cupido.​

Olor a podrido, carcoma y ratas
acompañaba la llegada a puerto,
ansiado final sin peligro cierto,
labor cumplida sin ninguna errata.​

¡Viva la vida!, nadie había muerto,
planes de futuro, nueva ilusión
por el buen final del final abierto.​

Pero en la bocana hizo aparición
la ola traidora que truncó aquel sueño
con fuerza inaudita y sin compasión.​

 

Pardiez que imágenes de piratas vencedores de un destino incierto...vencidos de evidencias.
Estrellas y un beso

 

Ya ves, querida HUELLAS, la dura vida del pirata. Despues de sobrevivir a una intensa y peligrosa travesía, cuando ya esta embocando a puerto se malogra contra pronóstico.

¡Mil gracias y mil besos!

 

Dos veces más Hornos, y otra Cupido.
Los sonetos parecen tu elemento natural, da la sensación de nacer solos, sin ayuda en el parto.
Mil besos.

 

No te creas SUSI, no me resulta nada fácil escribirlos, lo que ocurre es que como me gustan especialmente me cuesta algo menos ponerme a ello. Y ayuda en el parto siempre hay. Yo sí creo en las musas (aunque luego haya que currarselo), y este caso no es la excepción.
¡Besos!