Niebla

Su aparición siempre es un acto en sí, todo lento y acurrucado... Tan pronto parece enrabietada, por querer irse y no poder, como contenta, simplemente por quedarse. Nunca se sabe... Sea como fuera, es puro aire acurrucado, acumulado, denso...
Hoy, la vi un tanto despeinada, por lo que decidí pasearme por ella, intentando ser púa de un peine mágico e imaginario que, jugando, arreglara un poco su aspecto. y algo mejoró... no sé... su color, quizás su densidad... su quedo brillar...
En ocasiones, si me interno mucho en ella, siento como que llega a respirarme; a respirar por mí y yo con ella. es como si fuera el abrazo más tierno y más natural, por unos instantes, de todo el Universo. y me siento bien. M,e siento mucho mejor si soy capaz de concentrarme lo suficiente como para poder disfrutar de esa frágil melodía que transporta en todas sus minúsculas partículas en suspensión. ¡Que belleza¡... hasta que comienzo a sentir un poco más el frío intenso que me obliga a desconectar de toda esa magia que, por alguna razón, sé que en cualquier próxima ocasión, -que, seguro las habrá-, podré recuperar volver a disfrutar. Tal es nuestra relación. Así es mi saber de ella; así es como la conozco. Y así es, como lo he contado.