No me llames india

No me llames india
porque no lo soy.
Soy la hija de una estirpe
de rudos navegantes
de crímenes bestiales
e insanos vicios.

No me llames india
porque llevo en mis venas
sangre guerrera Lenca
derramada por la resistencia
bajo el yugo de la espada roja
y el grito de conquista española.

Soy el producto
del feroz látigo
de las cadenas eternas
y la violación
hacia mi madre indígena por mi padre soldado español.

Soy la hija de la angustia,
del dolor y la desesperación
de un pueblo forzado y exterminado
por la unión de dos coronas,
los reyes católicos de Aragón y de Castilla
para adorar al dios de los blancos.

No me llames india
porque no lo soy.
Soy esa descendencia
de ojos verdes y piel de canela
de trenzas largas y pómulos salientes
de piernas fuertes y manos ágiles.

Soy la otra España
el parto de dos culturas
la sangre mezclada
la nueva idiosincrasia
la nueva esperanza
de una nueva nación.

No me llames india
porque no lo soy.

 

No es ningún insulto.
Yo creo que el ratón Mickey, sigue siendo un ratón.
¿ Verdad ? Y el ratoncito Pérez.
Y en el caso de los Reyes Magos de Oriente, Melchor era persa.
Gaspar, árabe. Y Baltasar, de la India...
Eso, según algunos estudiosos.
Otros piensan que los tres procedían del actual Qatar.
Sin embargo, la reina de Saba, en tiempos del rey Salomón, era etíope.
Con lo cuál, muchos hebreos, súbditos de Salomón, despreciaban abiertamente a Saba.





Así que Saba emigraría, con sus descendientes, de regreso a casa. Al Sur.
Es por ello que, actualmente, muchos etíopes dicen ser salomónicos.
Genéticamente. Como quien presume de que es hijo de Abraham.
En Etiopía, aceptan como válido, el Libro del Juicio, que escribió Henoc hace 6.000 años.
Pero en la Iglesia Católica, ese libro es considerado apócrifo ( no recomendable ).
¿ Qué quiero decir, con todo esto ?
Que Pluto es un perro. Y el pato Donald, un pato. Y no es horrible, ser algo, en la vida.