No merezco la vida...

Dios que estas en los cielos...
perdón por no recibir tu regalo.
Se que suena mal agradecido
no haberlo aceptado.

Perdón pero no es el momento...
insisto que ahora no había tiempo.
No hay disculpas por no hacer el intento,
pero ahora juro que no puedo.

Dios escucha a tu hija
que pide de rodillas que le tengas misericordia...
por devolver la bendición que le has mandado
que no pudo recibirlo... no era lo planeado.

De verdad, Dios, lo juro...
si hubiera estado en mi manos
con el me hubiera quedado.
Pero a devolverlo me han obligado.

Perdón Dios... por no haber sido fuerte.
Yo merezco la muerte...
Es terrible lo que ha pasado...
porque a mi hijo que no respiró... he matado.

 

que trsiteza más grande... vivir en silencio lo doloroso de una partida que fue antes de lo esperado... antes de que fuera vida.

 

Sí que mereces la vida, Camila. No tortures así a tu alma.
Es doloroso tu poema, desgarrador, pero hay en tus versos una gran reflexión. Eso es lo que cuenta, mirar hacia adelante meditando lo vivido.
Siento mucho tu vivencia!!
Besos.

 

Sin palabras me ha dejado tu poema. Es lo mejor que he leido. Espero que aun estes en este mundo.