No se matar, no vine para eso

Al salir de su celda el pájaro renace
Pero jamás del todo, jamás contigo
Amando del sol su recuerdo ahora
Como un tren que vuelve a la oscuridad.

“Este no es mi rostro
Es la soledad que se mira en el espejo
Y ver el tuyo reflejado en la luna
O tú nombre en alguna pared de la ciudad
Derramará mis ojos

Y la gota de sangre anidara en mi boca
Y volverás a encontrarme en otros cuerpos:
Y no preguntaras mi nombre
No habrá nombres ni preguntas
(Solo llanto al acabar la fiesta)
Solo recuerdos, solo eso.

“Si no acepte tu adiós, es porque el adiós no existe entre nosotros”

Seré un hombre en el reino de la tierra
Esperando días que no llegan
Y llamando al Dios que se ha ido
Caminaré por calles donde no existe el amor.


Seguiré amando los hijos que no me diste
Respirando el aire que me quitaste
Y luego
Alcohólico de tus cabellos
Veré caer en mi cama tu cuerpo surrealista.”


Después del ocaso el pájaro estará lejos
Y yo, con la maldita costumbre de mirar el mundo
No podré deshacerme de ti
No se matar
No vine para eso.

 

Muy buen poema Carlos. Me gustó mucho. Un placer leerte.

Max

 

Estupendo tu poema, eres capaz de enfatizar la melancolía amorosa con gran exactitud en tus versos.

Mi más enorme enhorabuena paisano.

 

Jolin,vaya Poema, Un Gustazo De Verdad, Encantada De Leerte,un Abrazo