No supe darte el cielo prometido. Soneto.

No supe darte el cielo prometido
las veces que en suelo lo buscabas,
ni estuve cuando me necesitabas
los lunes de amargor desconocido.

No estuve donde habita tu latido
las noches que a latidos me esperabas,
ni supe agradecer lo que me dabas
colmándote de amor agradecido.

Marcharon de mis manos tus amores
y el soplo de mi aliento se ha invernado
ausente de tus labios redentores.

No supe redimirme a tu costado
y todo se hizo polvo y resquemores
y herido desfallezco enamorado.

 

Quizás prometer un cielo es demasiado para retener a un amor terrenal. Bello soneto poeta.

Saludos.

 

Estimado Maktú:

Tu conmovedor soneto me ha dejado pensando en "el hubiera" y su terrible inexistencia. Como siempre tus versos llegan hasta lo más profundo de mi alma. Gracias por compartirlos.

Saludos y estrellas

 

Tlilmikiztli saludos afectuosos para ti y muchas gracias por tus estrellas. Tienes toda la razón cuando hablas del terrible "hubiera". Su inexistencia te deja helado. El subjuntivo siempre lleva una carga de tristeza por lo que se pudo hacer y no se hizo. Luego si luchas por reparar el error y la suerte te acompaña viene la redención y un nuevo amanecer. Gracias por tu atención hacia mis letras amiga mía, gracias por compartirlas conmigo. Desde España te deseo lo mejor.

 

Ciprés1957, ¿qué es el cielo lejano e intangible comparado con el beso tierno y amoroso de unos labios entregados y leales? Pienso que hay un cielo en la tierra que sabe a noches estrelladas y días claros, cielo donde el amor florece, cielo que toma tu nombre y el suyo y que resplandece fulgurante, donde la armonía no tiene nada que ver con la pitagórica de las esferas, cielo colindante y visceral... Me refiero a ese cielo cercano, humano, ese que se da por amor y para compartir aquí, al lado, serenamente, tiernamente. Ese es el cielo que prometí y que continúo prometiendo. Del otro nada sé. Saludos amigo y gracias por comentar mis letras.