No te sueltes

El terror en sus ojos decía mil cosas:

“Estoy arrepentido. No quiero caer.”

¡Otro suicidio fallido tenía que ser!.



No lo conozco, nunca lo he visto.

Compartimos un segundo

por el momento es mi mejor amigo.



A su lado hago las preguntas de rigor:

¿Cómo estas? ¿De donde vienes? ¿a dónde vas?

Puedo sentir en mi garganta el temor

¿Qué busca este ser en la mortandad?



En un segundo de distracción

pierde apoyo y cae por la cornisa.

Salto a su lado y desgarro su camisa.

Se me escapa entre los dedos, como una exhalación.



En un momento de gatunos reflejos

sujeto su brazo y resbala aún más.

Llegamos a la posición de bombero

para no dejarlo deslizar.



¡No me dejes caer! Es su grito.

¡No te sueltes! Es el mío.



Veo en sus ojos una nueva realidad:

¡Desea vivir! Y para él, hoy
esa es la única verdad.







Mutuamente nos salvamos aquel día
Empezó una nueva vida y dio sentido a la mía.​

 

Se quieren morir y no se tiran a matar, se resbalan y se agarran de baranda.
Hey mi hermano mil disculpas por mi equivocación de ayer.

 

No te preocupes.

Gracias al Cielo quedó en error de dedo.

 

Renacer en los resplandores de la muerte,hermosa oportunidad como lo es la forma en que plasmas la experiencia. Aplausos

 

Z. Gómez, Gracias por leerlo y comentarlo.

Saludos.

 

Bien dicen... que nunca es tarde para arrepentirse... mucho menos para volver a empezar... excelentes imágenes y rima; un placer leer esta poesía que por un momento me puso los pelos de punta!

Felicitaciones y estrellas desde el centro del Planeta!!!

 

Afortunadamene, en ocasiones, el destino nos otorga las oportunidades necesarias.

Saludos

 

Pese a tener opiniones dispares estamos de acuerdo en algo.

Escribir.

Saludos.