1. Invitado, ven y descarga gratuitamente el cuarto número de nuestra revista literaria digital "Eco y Latido"

    !!!Te va a encantar, no te la pierdas!!!

    Cerrar notificación

Noche de Frac

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por Victor F. Sinde, 9 de Abril de 2016. Respuestas: 0 | Visitas: 450

  1. Victor F. Sinde

    Victor F. Sinde Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    15 de Julio de 2015
    Mensajes:
    26
    Me gusta recibidos:
    29
    Género:
    Hombre
    Advertencia
    Antes de ser entonado,
    Estos versos deben ser leídos
    Con una voz severa,
    Firme y oscura,
    Grave y taciturna
    Como la de Machado
    O Pablo Neruda.
    Como la de un rechazado,
    O alguien ducho en literatura.
    Aplauso
    Esta noche trasnochada,
    Que baila con una estrella tachonada
    De galones alumbrada,
    Fruto y premio de trsites enamorados.
    Esta botella vaciada,
    Descorchandose de madrugada,
    Con un sacacorchos pelo de Rubí.
    Esta pareja asociada
    Han decidido no hacerme dormir.
    Pues del sanguinario lapicero
    Y encerrado en un tuyo beso causan,
    Agua enturbiada por peces muertos,
    Cae rota en mis calavericos huesos,
    Desde los quemados pelos,
    Hasta los artriticos dedos.
    No.
    Que la N no estalle tu oído,
    Afilada, perfora el tímpano
    Y deja el cráneo hueco.
    No.
    Que la O retenga tus tripas,
    Conteniendo, con tus manos,
    Y con la garganta el aire fresco
    Que abría tus piernas y descosia faldas.
    Vete.
    Callado, en procesión.
    Portando un Cristo emborrachado
    Y un desplumado gorrión
    Que canta rítmicamente el paso.
    Vete.
    Echa la llave,
    Si pretendes, ambiciosa, ironizar.
    Pues has echado a tu bandera más limpia.
    Aquél trapo que me rendiste.
    Aquél trapo que cubrira tu cuerpo gris.
    Sal de mi vida.
    Aún no he entrado,
    Clavado ni tan siquiera mis uñas en tu femenina cicatriz,
    Y mis dientes en tu carne tímida y seca,
    Y ya me echas de aquí.
    ¡Basta!
    Ahora me toca a mí,
    Cargados de valor y sin piedras mi tres reyes moros,
    Veloz y estratégicamente puesto,
    Abro mis fauces cortadas y exclamo,
    Sin más ayuda que el aire, mi amigo el sentimiento y mi enorme narigon, exclamo:
    - Me voy, me largo. Hastiado, casnsado y sin comer mi perdiz.
    Y viento, aquella de perfecta cadera, viento por no llorar,
    Se puso a reír.
     
    #1

Comparte esta página