Nostalgia por un amor

El brillo de mis nocturnos ojos acaba de ser apagado por la huida de tu rostro.
A pesar de mi dolor, aprendí a amar detrás del ojo de las sombras.
Te internaba en mi mundo y soñábamos al compás de nuestras incomprendidas melodías.
Eras mio y lo sabías sin tú saberlo.
Las sombras ya no guardan su esencia, tan solo es el hedor de la putrefacción de mi último latido descomponiéndose.
Mi llanto ya no sirve entre la algarabía de mi mente exigiéndome ser libre.
Incrementastes mi odio por la vida, has incrementado mi interminable sabor a agonía.
¿Dónde te pudo llevar la noche mi ángel oscuro?
Ahora tan solo soy una mendiga en busca de tus pasos.
No debí mirarte, no debí escucharte, no debí soñarte y hacerte mi esclavo.
Per acabo de reconocer que nunca fuiste mi esclavo, yo era la prisionera de tu ser; era la prisionera con complejo de libertad.
Con lágrimas irrealizadas te reclamo mi esclavitud, con este poema de nostalgia por mis cadenas.
¡Reclamo tu presencia! ¿Acaso no eras tú el esclavo? ¿Acaso había necesidad de huir de mi vera?
Reclamo tus sueños de otros tiempos que nunca tuvieron relación con el nuestro.
¿Cómo vas a vagar sin tu sombra? Si soy yo.
Te seguía hasta el amanecer y tu pensabas que no era más que otra visión en busca de la salida de este abismo.
¡Regresa a través de mi dolor! Donde no queda agonía ni llanto, tan solo nuestro amor.