Nubes de invierno

Me asomé, vi nubes de invierno. Mi vista recorrió paredones y techos, antenas y lúgubres estrofas de la memoria. Existen más opciones en esta ciudad mediana, pensé. Como una cárcel un poema de Pizarnik me ata las dudas, el fuego de un cuento de Borges se sube a la media sombra que hace de toldo, las nubes no se escurren, vienen más, se posan entre sí, se aglomeran y le tiran agua a los transeúntes. En la vista transmoderna, en la modernidad tardía, este regocijo es cosa de nadie, de muy pocos. Cierro, un libro de Cortazar me da un puñal en medio de la frente, y sus cuentos caen como pequeños pedazos de madera en llamas. Ya no soy aquel que prometía mates en medio del tren, ni aquel que saltaba por veredas aformes, creo que no.


Massimo.

 

gracias