Oda a la Tristeza.

La tristeza creció junto al llanto,
surgió de la nada, surgió tardía,
se mostró tolerante y cautiva.

Vino al mundo el día en que tu amor se fue,
para acompañarme, por no querer abandonarme,
para asegurarse de mi soledad marchita,
como los pétalos muertos que caen al suelo.

Me acompañó hasta que volví a fijarme en tí,
para volver después, temprana como tu marcha,
como tu ciaje al campo santo,
tu último paseo por la vida.
.....

Es mi tristeza, mi querida tristeza,
mi acompañante cercana y persistente,
viniste para quedarte y no te fuíste,
querida y amada tristeza.

Contigo mi pena y mi llanto,
nunca más se sentiran solos,
están acompañados por tí,
amarga y áspera tristeza.
........

No necesitas una petición para presentarte,
para estar a mi vera en los malos,
en los najos momentos,
en el tiempo de malas cosechas.

MI guerra interna finalizó con tu intervención,
lo que hizo que mi desahogo finalizara,
terminara, cesara dejándome junto a sus
soldados fallecidos en combate.

En el campo de la batalla que viví,
tu amor vencía con ventaja a mi corazón,
pero apareció de la nada, apareció
rápida apareció la tristeza.
........

Venciste a mi melancolía, amada tristeza,
conseguiste el fin de mi guerra,
oh tristeza fugaz,
acompañante de mis penas.

Compañera de mi llanto atronador,
tu calmaste mi sensación de vacío,
alejaste de mi el amor de mi vida,
todo gracias a ti, tristeza.

 

Hermoso, la tristeza también puede ser una compañera leal y fiel, aunque no nos guste me resulta un estado de ánimo cautivante...queda demostrado con tu inspiración para crear estos versos. Saludos

 

una oda tan sublime
y palpable,
ante la sensibilidad
del momento y el desgarro
del corazón,
abrazos a la distancia
Denn​