Oda a tus pechos

Oh colinas de rocío empapante
Que emana vida de tus dulces pezones
Oh placer besarte con ternura
Oh belleza de envidia abundante

A tus pies me has tenido con locura
Saboreando tu maná embriagante
Oh labios que han sido bendecidos
Al besar tan femenil integrante

Te cubre la seda con proeza
Y evita el goce de tu belleza
Desnuda, la escultura está completa
Desnuda, concluyó mi poema

Oh colinas, que tienes mis sueños
Libérame de tu hechizo aprisionante
Oh colinas no te escondas de mi vista
Ni le niegues a mi mano la caricia.