Pacto hacía lo eterno.

- Tomé su mano con gracia -

- Ella dulcemente sentencio: -

No temas y suspira. Enloquece con tu genética y grita a viva voz ante tu naturaleza humana.

No temas y duerme tranquilo. Duerme, pero en el siempre despierta y que el sueño no te dirija.
Que los vientos te muestren tu vasta grandeza.

No temas y confía. La valentía baña tus nueve ojos de oro y la rebeldía es el don que te yergue libre.
Que las grandes razas hostiles no cincelen sus falsas oraciones.


No temas y suspira. Enloquece con tu genética y grita a viva voz ante tu naturaleza humana.


No temas y vive. Ni alto ni chico, ni largo ni angosto, solo con el gran tesoro de poseer un espíritu e inmaculados destinos.
Que los rayos de sol te muestren los prismas de tu creación.

No temas y muere. Eternamente muere en cada emoción de vida, pero aprende a renacer, en que cada atardecer, en cada mediodía, definitivamente... en cada pelea.

Que la muerte se vanaglorie por valientes que siguen firmes a ser humanos y que en su gran descanso o infinita vida, esos espíritus sea el rocío de la mañana.

No temas y suspira. Enloquece con tu genética y grita a viva voz ante tu naturaleza humana. ​

- Me sonrió y simplemente caminamos sin ninguna prisa. -

"Ahora somos un altavoz en el universo" ​

 

Hay cosas y es verdad que no dirigen a nada, se quedan así como suspendidas
que placer leer sus versos Alexander, paso y dejo un abrazo Regio en la distancia

 

Siempre el gusto es mutuo Villa, saludos y máximo respeto......