Papá, dime ¿Por qué?

Papá dime ¿Por qué no puedo
a los abuelos abrazar,
con los primos jugar
y en mi país despertar?

¿Por qué quiero y no quiero,
en este lugar estar,
reír y a la vez llorar,
correr, cantar y dormir?

¿Por qué sueño con volar,
respirar, oler y brincar,
a la tía maquillar
y a mi perro acariciar?

Papá dime ¿Por qué no puedo
por Caracas pasear,
El Ávila disfrutar,
y una buena chicha probar?

¿En Barquisimeto estar,
la mata de mango montar,
a Hannah cargar y bañar,
la luz del patio apagar?

¿Dulces de la abuela gustar,
en nuestro huerto sembrar,
el patio del abuelo pisar
y en el jardín corretear?

¿En Morrocoy bañar, jugar
una cocada tomar,
en los Paramos soñar,
y por los Medanos rodar?

Papá dime ¿Por qué no puedo,
en Venezuela estar?
Dímelo Papá.

 

Mas allá de los versos, hay una cruda y dolorosa realidad en este poema
La nostalgia de volver a casa supera toda expectativa posible
Gracias, Pensiero, por compartirnos tu sentida nostalgia
Saludos y un abrazo, compañero poeta

 

Muchas gracias Manuel. Escribir es terapéutico.

 

Agradecido Antonio. Un saludo

 

Una l+agrima, dos lágrimas... Es realmente conmovedor su poema poeta. Saludos cordiales.

 

Sentido versos por la patría. Muy bien escrito.

Saludos!

 

Muy agradecido por leerme y opinar. Un saludo

 

Muchas gracias Desiré. Escribir es una manera de manejar los afectos. Saludos