Para guarecernos del saudade

PARA GUARECERNOS DEL SAUDADE

Lo imposible reclama sus bordes,
ese lerdo lado que se acuesta
sobre poltrones de mimbre y algodón.
El lado igualitario de la dicha
que se niega a expandirse más allá
de los tensos horizontes.

Pero clama un grito
gorjea la fuerza del potro y del ave;
malquistar la tela que envuelve el día
es percudir sobrias conciencias y maneras.

Clama el río su extrañeza de vertiente,
el extranjero bendice la tierra que lo acoge;
desiertos hostiles son los edredones
donde el cuerpo es cada vez asimetría y no redoma.

Creer que la vaguedad es pedestre
y la transparencia el territorio electo de la gracia.
Creer en la espera
como segura patria de destierro.

 

Muy buen poema, en imágenes y tema, con un cierre acertado y contundente a pesar de estos tiempos de apostasía. Saludos y estrellas.

 

Gracias Arkhazul, me agrada sobremanera que hayas pasado por aquí y dejado tu comentario. Estoy de acuerdo son tiempos de apostasía, pero hay que buscar la Verdad y seguirla.
Un abrazo desde mi patria.
Jairo C.

 

Maravilla divina de precioso arte sobresaliente.