Para recordarte cada día

Dictan las estrellas sueños,
eras nombran las mareas,
cimas tejen las arañas,
de realidad no vive el hombre,

de consuelos brota la ignorancia,
de la ignorancia se abre un suelo fértil,
de ese suelo florece diversidad,

pero su lluvia ahoga,
su tormenta
ensordece hasta a los mismos muertos,

bañados en odio puro,

horizontes de arrepentimiento,

unen mente y alma,

condiciones entre lamento y calma,

quisiera ser
esa lágrima que cae impetuosa
desde tus ojos cristalinos,
hacia una vorágine de hálito afrodisiaco,

esa voracidad que carcome mis deseos,

esa boca de musa ensoñada,
sueños
que se desprenden desde divino vaho,
de tu cuerpo exuberante,
de mi asombro,
de mi espasmo y éxtasis,

ahora
tengo tu recuerdo a un lado del corazón,
aún lo hace latir,
y admito, que tu memoria ilumina,
que es el motor y mi alma,

postrado en lejanía,
alejado para acercarme en sintonía,
seré cielo,
para abrazarte lumínicamente,
seré intento,
para recordarte cada día.

 

Muchos anhelos en ese amor que aún se conserva en la memoria.
Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.