pequeños pero grandes momentos

Me aferré a ellos con todas mis fuerzas,

los disfruté plenamente, los sentí, los viví.

Si pudiera, habría congelado el tiempo.

No quería nada más, no necesitaba a nadie,

sólo quería que aquello no tuviera un final.

No era nada especial, ni interesante,

pero la simpleza y la sencillez lo hacían importante.

Yo estaba allí, inmersa en ellos y sin querer salir.

Suelen ser cortos y pocos, pero cuando los tienes no hay que dejarlos escapar.

Es mejor aprovechar los que te llegan cada día,

antes que anhelar uno determinado, deseado y soñado.

Muchas veces pasan por delante de nosotros y no los llegamos a ver,

porque la ambición de algo grande y mejor ciega nuestros ojos.

Se llaman momentos, instantes, tardes, mañanas o noches,

en las que no se desea otra cosa, porque aunque irrelevantes,

son capaces de aportar una gran alegría.

Aún sin ser conscientes, se desta un castillo de fuegos artificiales,

se encienden luces en la penumbra, se respira bajo el mar,

se encuentra agua en el desierto,

y se alcanza lo que para todos es un tópico: la felicidad.

 

Me parece...
Bello poema, le felicito...
Abrazos...